Llegamos a eso de las 9, siendo que era a las 7, pero como hay confianza no importaba. Caminábamos por la calle camino a tu casa, haciendo el recorrido habitual. Dos tipos conversaban en la acera cuando se percatan de nuestra presencia... "Ellas deben ir al cumpleaños del Neo, o no?". Primera y única reacción; risas. Incontenibles risas de sólo pensar: "Perro, cuánta gente te conoce!". Bien, como de costumbre, llegamos y hacemos caso omiso al timbre que adorna literalmente tu portón. "Neo!" gritamos, al ver que estabas recibiendo a otras personas. No te percataste, así que cerraste el portón, entonces, a falta de energías para levantar un dedo y ejercer un mínimo de presión sobre aquel artefacto parlante, volvimos a gritar... como es costumbre, sales despeinado, en calzoncillos y con cara de recién levantado. Te saludamos, feliz cumpleaños otra vez, ponte pantalones, permiso, vamos a jugar pool. Entras a la ducha, nosotros en lo nuestro, apareces (como de costumbre) en toalla en el pasillo y te vas a vestir. Arriba Mila por 20 y tantos puntos. Vamos al patio y, como es costumbre, está lleno de pokemones. Amigos, pero pokemones. Comenzamos la colecta y esperamos llegar a algún cómputo decente, que alcance al menos para los que, como de costumbre, nos quedamos a dormir. Cómputo logrado y se arma un pequeño grupo que va a la cacería del alcohol. Como de costumbre, voy a la cabeza. Son 10 para las 11, tenemos el tiempo más que contado, hay que considerar que es lunes, quién carretea los lunes, qué supermercado esperará a los rezagados para que acaben con la necesidad de adquirir productos etílicos... respuesta: cero. Entonces, provistos de un par de piernas cada uno, aceleramos el paso. Cuento corto, el super no tenía tequila y casi morimos atropellados en el intento de obtenerlo. Toda una hazaña, siendo que estiramos el presupuesto de una forma increíble. Camino de vuelta, dos se separan y van a investigar las selvas urbanas en busca de limones. Llegamos nuevamente a tu casa, donde hay más gente; entregamos los encargos, somos bien recibidos con besos, abrazos, cervezas. Descargamos y, como de costumbre, escondemos el tequila (nunca se sabe). Transcurre la noche, entre música, gritos, cantos, conversaciones, siempre divididos en dos bandos (como es costumbre) hasta que cantamos el clásico "cumpleaños feliz". Luego, para variar un poco, cantamos "happy birthday"... somos bilingües. Se unen ambos extremos.
...............
Y el gran carajo, se me acabaron las ganas de escribir cualquier cosa... a la mierda todo!
Aprendan, aprendan de una vez... !
Y después se preguntan el porqué de mis actitudes
Y andan pidiendo perdón, cuando las cosas están hechas
Nunca aprendes, verdad?
Años de lo mismo y nunca aprendes. Increíble, y es un común denominador del entorno.
Ni tú ni él ni ninguno... ninguno!
Sabes qué más? me importa poco lo que te pase.
FIN
Nostalgia
vor 5 Jahren