La Nada

Cuando se tiene un espacio público "público"... ¿Se tiene derecho a publicar lo que sea?... Si tengo un blog, ¿tengo el derecho de escribir lo que quiera o lo que los demás quieran leer?

Tengo que escribir... ¿Tengo? No tengo nada, sé que tengo algo pero no sé dónde lo dejé...

Difícil encontrar la palabra perfecta. Vive perdida. En el rincón de tu pieza. Donde menos te la imaginas, ahí estoy.

Te oigo aguda, entramada entre mis fibras, intentando tocarme, llegando lejos y profundo, como el agua que escurre del cenicero... como las letras que nunca pronunciaste. Fuyendo, fluyendo libre y sangrienta a través de toda entraña, y agudizándote cada vez más... ¿qué esperas de mí?, ¿qué es lo que quieres, qué crees que encontrarás?... agua, sólo agua y dientes, sólo eso, y la tragedia que envuelve las encías, lo encontrarás para nunca volver y así dejarme la herida abierta, porque no la cerrarás con saliva. Porque no puede, nadie puede, cicatrices invisibles, y me confundo y me confundes. Y no. Y sí, todo junto en un caos primordial, en una gota que desploma. Tu acuosa figura. Mi propia imagen, mi inverso, reflexiones y espejos. Discordancia, concordancia, todo se junta y converge en dulces filos. Cuando cae a la tierra y vuelve a ser algo más que espera por ver el sol a través del agua.


Volamos.